Cuando el Señor se le apareció a Moisés en una montaña extremadamente alta, luego de la experiencia de la zarza ardiente, el Señor le mostró una minúscula parte de Sus creaciones. Luego de esto, Moisés le preguntó a Dios "¿porqué son estas cosas así, y porqué medio las creaste?" (Moisés 1:30), a lo cual el Señor le contestó, entre otras cosas, que "para mi propio fin he creado estas cosas. He aquí sabiduría, y en mí permanece... y he creado incontables mundos... y por medio del Hijo, que es mi Unigénito, los he creado".
Luego Dios procede a decir que muchos de esos mundos han dejado de existir, otros aun permanecen, y este es tan solo uno de ellos, pero su propósito final, la razón por la cual fueron creados esos mundos es preparar a Sus hijos para que tengan inmortalidad y vida eterna, como Él.
Esa es una de mis Escrituras favoritas, y me hace meditar mucho en cuanto a mi propia carrera. Soy un estudiante de cine, y he aprendido que cada puesta en escena es un mundo posible, y que toda historia narrada debe tener un propósito. ¿Acaso no es esto mismo lo que el Padre en los Cielos hace todo el tiempo?
sábado, 12 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Hola, ha pasado más de un año, sin ninguna entrada nueva, y la verdad es que el blog tenía buena pinta
Publicar un comentario